Una
investigación de la U.N. estableció que la calidad e inocuidad de los productos
está relacionada con el desarrollo agrícola que ha sufrido. La agricultura
orgánica no solo sacrifica calidad sino rentabilidad, factor determinante para
los agricultores.
Por
ejemplo, Juan Sánchez, agricultor de la zona rural de Buga, afirma – En mi
finca utilizó residuos sólidos como compostajes y los fortalezco con
lombricompost, fosforita y elementos menores, entre otros. A mí, una tonelada
de abono orgánico me sale en menos de 60.000 pesos, mientras que una de abono
químico cuesta más de 150.000, un punto de partida en el que ya hay un ahorro
tangible con la agricultura orgánica”, dice Sánchez.
Además,
asegura que en una semana, solo con sus frutales, puede percibir hasta 800.000
pesos en el mercado campesino, lo que demuestra que la agricultura orgánica es
sustentable, no sólo a nivel económico sino medioambiental. Por Blanca Nelly
Mendivelso, Unimedios.
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