La conservación tiene su propia fista

Desde el pasado 31 de octubre, la Fundación ProAves viene realizando un sinnúmero de actividades académicas ecológicos, entre ellas salidas de reconocimiento de territorio, cartografía social, caminatas de observación de aves, bioalfabetización, caracterización de fauna, eventos culturales y talleres de alternativas económicas sustentables, como parte de los 15 años de investigación y conservación, donde ha logrado vincular a las comunidades en la protección de aproximadamente 80% de las especies de aves endémicas y amenazadas en Colombia, a través de acciones de educación ambiental como el festival de Loros Amenazados de Colombia, aves migratorias y Primer Festival del Jaguar.

Este año los municipios vinculados al festival de Aves Migratorias y Loros Amenazados, son El Jardín (Antioquia), Génova (Quindío), Cajamarca y Roncesvalles (Tolima), Minca (Santa Marta) y San Vicente de Chucuri (Santander);  así mismo este año se sumó el primer Festival de Las Tangaras en El Carmen de Atrato, Chocó y El primer Festival del Jaguar en Mapiripán, departamento del Meta.

Para el 2015 se presentó el proyecto para la institucionalización del Festival de Aves Migratorias para el municipio de San Vicente de Chucuri y El Festival del Periquito de Santa Marta en el corregimiento de Minca, Santa Marta.

Corte Constitucional dio vía libre a la fiesta brava

Con entusiasmo recibieron los aficionados y defensores de la fiesta taurina el pronunciamiento de la Corte Constitucional al admitir y “garantizar el derecho a la libre expresión artística” y con ello “restituir de manera inmediata” la plaza de toros de La Santamaría para la realización de “espectáculos taurinos”, en Bogotá, determinación que abre la puerta para que las demás ciudades puedan seguir teniendo fiesta brava, lo cual que no significa que quienes consideran las corridas de toros como un culto al maltrato animal no puedan ejercer sus derechos a la protesta y a promover el no ingreso a estos escenarios. 

La Corte Constitucional fue enfática en señalar que “ni el marco legal para la realización de la tauromaquia, ni los condicionamientos” impuestos por ese alto tribunal facultaban al Distrito a “imponer la alteración en la estructura del espectáculo taurino o para eliminar la muerte del toro”. Redacción Pirámide.