Por: Bernardo Socha Acosta
Será el precio más costoso que motociclista alguno haya pagado en Colombia por la osadía de adulterar los sistemas de escape, sumado a la incapacidad de las autoridades para ejercer controles y asumir la prevención de graves enfermedades.
Sendas investigaciones de neurocientíficos, dejan al descubierto, los efectos mortales que causan las altas oscilaciones mecanizadas de algunos velocípedos y en algunos equipos estacionarios de trabajo. Seguir leyendo