viernes, 8 de marzo de 2024

Los extranjeros quieren la paz para Colombia

Por Bernardo Socha Acosta
Es natural y muy razonable que el derecho a disentir sea una herramienta valiosa que alimenta las libertades en una sociedad, pero, muchas veces también debe tener límites, para que, no se convierta en el azote del mismo que lo ejerce o, de una sociedad entera.

Ese derecho termina por lógica, cuando sus efectos comienzan a lacerar los derechos de los demás, porque el derecho a disentir no puede convertirse en el bienestar del que lo ejerce y e destruir la dignidad de los demás. Si a pesar de los graves males que puede causar el derecho del disentimiento y lo seguimos ejerciendo, ya no somos unos ciudadanos de bien para la sociedad que habitamos porque, al final llegaremos a ponernos en el escenario de los estúpidos sin conciencia y atrofiados por el desconocimiento. Seguir leyendo

 

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