Por: Bernardo Socha Acosta
Nunca Colombia había vivido una ola de criminalidad urbana, como la que está ocurriendo, fenómeno que nadie puede ignorar por su aguda amenaza y crudeza conque actúan sus actores, sin miedo y sin justicia. Los
integrantes de las bandas delincuenciales, de delitos comunes, se ríen de sus
fechorías en la cara de las autoridades, porque, pareciera que para ellos no hay ley. Pero lo peor
es que, la policía o el ejército duran uno, dos o más años haciéndole seguimiento
y estudio a las bandas criminales... Seguir leyendo