Las
transnacionales siempre han mostrado interés por poseer tierras colombianas.
Este fenómeno, se ha registrado incluso hasta en las obras de Gabo, donde se beneficia
la seguridad alimentaria de los países que adquieren los terrenos y va en
detrimento de la soberanía nacional.
Casos
como el los brasileños con Mónica Semillas (productora de soya y maíz) en el
Meta; los italianos y españoles con Poligrow (cultivadores de palma) en
Mapiripán (Meta); y los estadounidenses con Cargill (cereales) en el Vichada.
Todo
lo anterior se da como consecuencia en la permisibilidad de adjudicación de tierras
baldías, que en corto tiempo pasan a manos de empresarios trasnacionales. Prensa
Unimedios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario